Los niños son el futuro de nuestra sociedad y la práctica del wushu puede aportarles la mejora de sus capacidades física, desarrollo de la personalidad, autoestima, disciplina, socialización y uno de los mejores sistemas de defensa personal. Si nuestros jóvenes deportistas tienen una buena calidad de vida a nivel físico, emocional y mental, estaremos dando grandes pasos para constituir un futuro prometedor.